martes, 26 de junio de 2018

Una vergüenza, repetitiva…



Somos el país de la movilidad humana, nos ufanamos de tener en la constitución, que llamamos de avanzada y garantista de derechos, principios y garantías constitucionales de “avanzada”, y, sin embargo, tenemos problemas con las personas en movilidad humana.

Hace unos pocos años, expulsamos a un colectivo de personas en movilidad humana, que se habían agrupado en uno de los parques de Quito, quienes para el país, hallaban en situación de irregularidad, sea porque sus visas de visita o turismo habían caducado, o por que pese hacer un país de la movilidad humana, nos habían visitado tantos ciudadanos cubanos, y no querían irse o querían irse si, pero a Estados Unidos, el “país de las oportunidades” y de los grandes sacrificios, como si no lo supiéramos, nosotros los ecuatorianos, pretexto de la masiva visita de ciudadanos cubanos, país, con el que en esa época tendimos grandes amistades ideológicas, sin embargó no nos interesó o no nos preparamos, para recibirles, direccionarlos, incluirlos, o por lo menos buscar medios idóneos para su movilidad.

Terminamos expulsándolo, deportándolos, librándonos de ese “pequeño problema” sin las garantías ni los derechos consignados a las personas en movilidad humana, a los inmigrantes a los cuales su propio país negaba el retorno, por haber permanecido mas del tiempo estipulado, fuera de sus fronteras, el pretexto fue que las leyes migratorias ecuatorianos eran caducas y que la ley de movilidad humana, solventaría dichos vacíos.

Luego de ello, en el país de la movilidad humana y de la interculturalidad, una unión de hecho, que luego desencadeno en matrimonio ancestral, con ciudadano ecuatoriano, no sirvió, para demostrar que una ciudadana extranjera, había constituido una relación sentimental, obrando políticamente, antes que jurídicamente la expulsamos, aunque se diga que la deportamos, sin razón o motivación alguna, sino el hecho de considerar que los ciudadanos extranjeros, no tienen derecho a pensar, opinar, menos a tener ideología política y peor pensar socialmente, de aquel interés por un mundo en el que la ciudadanía universal, fuera el blasón de un país, en el que la Movilidad Humana, alcanzo esferas constitucionales.

Ahora resulta que los ciudadanos de Venezuela, inundan los países vecinos en la huida en estampida de un proceso que si bien puede ser democrático para algunos, al parecer no satisface necesidades mínimas, que los seres humanos requerimos, lo peor de ello, es que visitan al país de la movilidad humana, de los derechos y garantías para migrantes, y en vez de buscar soluciones, se los criminaliza, pauperiza su migración, se castiga su pobreza y se burlan de su deseo de libertad y movilidad, muchos de ellos han debido buscar las más ingeniosas formas económicas de subsistencia, en trabajos para los cuales no fueron capacitados ni estuvieron preparados, ejemplo la venta de comidas por ellos elaborados, la venta de productos elaborados en cada esquina o la prostitución oculta que desencadena en trata de personas, por un plato de comida.

El país de la movilidad humana, que tiene miles de personas emigradas, a las que tampoco se han logrado dar soluciones, y que en su momento se invitó con brazos abiertos a que vinieran y vinieron, pero no se les dijo que por ser mayor de 40 años, su inserción laboral era difícil, por no decir imposible, generar empleo o ser empleados son situaciones muy complicadas, tienen capacitaciones y certificaciones profesionales, que no son considerados y si se les consideran, por su edad, no son contratados, se encuentran en un mercado saturado por la profesionalización de quienes se quedaron, e incluso, los  mismos becarios que han retornado, pese a contar con titulaciones importantes y valiosas para el recambio educativo, industrial y la generación de nuevos campos profesionales, mendigan por ser docentes, mientras las universidades no los considera y hasta hay una universidad privada en Quito, que pide profesionales graduados en universidades americanas, sin considerar a este mercado de becarios.

El crédito se les complica por que si bien es cierto que posiblemente la banca publica se abrió al crédito para los retornados, las garantías no cumplen la petición de requisitos o el interés es imposible de pagar en un país dolarizado donde el 11% anual es el mínimo para este tipo de créditos, donde no existe una inversión no reembolsable, menos podemos hablar del desarrollo del capital semilla para emprendimientos de personas retornadas capacitadas.

Súmese a esto, el hecho de que sus ahorros se van acabando bajo promesas y compromisos que cumplirán mas de 10 años sin aterrizar en una realidad conocida en miles de seminarios, talleres, reuniones, mesas de trabajo. Han vuelto los retornados a un país desconocido, raro, extraño, donde su trabajo no es considerado y donde el apoyo estatal y privado no los cobija, donde no se les confía y lo mas practico para ellos es re emigrar.
El país de la movilidad humana, parece que no es humana, sino económica y al parecer no es movilidad, sino incertidumbre.

Hoy con vergüenza pude constatar que varios ciudadanos inmigrantes, especialmente venezolanos, se han agrupado en el terminal del norte, el de Carcelén y allí prácticamente han tendido su campamento, mientras reúnen dinero para avanzar al sur, a nuevas aventuras y buenas o malas, pero vi hombres, mujeres y niños, familias, tras un mejor futuro, que al parecer en este país, no lo están hallando, demostrando otro fracaso mas en cuanto a movilidad humana, no es necesario grandes sacrificios, es necesario mas humanidad, no vi organizaciones de migrantes, ong´s, ni organizaciones pro niños, pro niñas, pro migrantes, no vi a nadie del estado que busque soluciones.

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